LA COSA MÁS DIFÍCIL EN AJEDREZ ES GANAR UNA
PARTIDA GANADA
En el ajedrez el factor psicológico es vital.
El enfrentarte a la toma de decisiones, la ansiedad y la tensión
que produce el desarrollo de una partida donde estás limitado por un tiempo
concreto. Por eso me gusta mucho esta frase también del ex-campeón mundial
Emanuel Lasker, cuando dice que “la cosa más difícil en el ajedrez es ganar
una partida ganada”.
Porque muchas veces llegas a un momento de la partida donde has
ido desarrollando y colocando bien tus piezas. Aprecias que tienes ventaja y la
intuición te dice que estás en una posición ganadora o ganada, pero tienes que
rematar la partida.
Tu punto es vital para el equipo o para tu competición y sabes que
está ahí pero no terminas de verla. Aquí empiezas a pensar las jugadas, pero no
la ves.
En cambio empiezas a mirar cómo los minutos de tu reloj empiezan a
bajar y empieza a aumentar la ansiedad y el miedo a que te esté fallando la
intuición y que realmente no haya nada en esa posición.
Sin darte cuenta el estrés empieza a bloquear tu cerebro y ya no
analizas “como una máquina”, analizando ficha por ficha, formando un Árbol
de Análisis como te explican en el libro “Piense como un gran Maestro”
de Kotov.
Si eres capaz de controlar tus emociones acabas viéndola y
rematando la partida consiguiendo un grado de satisfacción inmenso. En caso
contrario dejas escapar la partida.
En la otra parte se encuentra el jugador que está en una posición
peor y sufriendo psicológicamente porque no puede darle la vuelta a la partida,
pero aquí se produce un punto de inflexión.
El no ver la combinación ganadora hace que el jugador que tenía
ventaja de posición se hunda psicológicamente. En cambio el que estaba peor va
de menos a más y aumenta su confianza viendo que primero consigue igualar y que
en la mayoría de casos acaba ganando la partida.
Muchísimas veces he terminado una partida que estaba peor, porque
había cometido un error, pero el contrario no consigue rematarme y al final
acabo ganando y la frase también muy habitual del rival… “estabas perdido...”. Y
al contrario, partidas totalmente ganadas donde no he visto la combinación
ganadora y he acabado perdiendo o haciendo tablas.
Tomando total sentido la frase que encabeza el artículo de que la
cosa más difícil en ajedrez es ganar una partida ganada.
Aquí te pongo
un ejemplo: Tienes un minuto para resolverla a ver si eres capaz, así que mira
la hora de tu ordenador o de tu móvil e intenta resolver esta posición
mentalmente y eso que te doy la ventaja de decirte con seguridad que la
posición del blanco está ganada.
¿Has sido capaz de verla en menos de un minuto?… ¡¡Enhorabuena!! Tienes
una mente ajedrecística nivel superior!!!
Después de esta breve introducción vamos con la crónica de la
partida del Interclubs Segunda Autonómica Sur que esta semana nos enfrentaba
frente al equipo de la ONCE en su casa.
Por tableros el resumen:
- En el tablero 8 jugaba con piezas Blancas, Pablo, uno de nuestros
jóvenes jugadores.
Esta vez se
enfrentaba por primera vez a jugar con un tablero adaptado y tener que ir
cantando las jugadas al jugador de la once, donde las primeras veces es una
novedad y que puede influir en la concentración.
La apertura
fue un poco extraña ya que el jugador de blancas hizo un f3 prematuro que le
impedía el desarrollo natural del caballo complicándole la situación. Pero el
negro propició unos cambios que aunque destrozaban el enroque corto del blanco
permitían la apertura de la columna g que daba buenos chances de ataque.
Aunque la
torre nuestro jugador la colocó correctamente en g3 al final cambió de plan y
no llegó a doblar torres o torre y dama en la columna abierta que le hubiese
dado un fuerte ataque.
El juego
rápido, es lo que más cuesta a los jugadores jóvenes, el tomarse tiempo a
reflexionar y jugar despacio hizo que se dejase material lo que le permitió al
jugador de la Once ganar con facilidad. Hay que ir puliendo el tiempo que deben
tomarse para pensar las jugadas y estar tranquilos para que si te gana el rival
sea porque juega mejor y no porque le regalamos piezas.
1-0 para el
equipo de la Once.
- En la mesa 7 con negras, Daniel que también se enfrentaba a su
primera partida con un tablero adaptado.
El jugador de
la Once empezó con una apertura de dama y aquí nuestro jugador quiso innovar
con un prematuro f6 que le impedía el desarrollo natural del flanco de rey. Como
en el primer caso a veces la ansiedad lleva a intentar inventar haciendo
jugando que el rival no se espera, pero yo soy de los que piensa que el ajedrez
hay que hacerlo fácil, desarrollando piezas de manera natural.
Que aunque no
consigas ventaja en la apertura, llegues a un medio juego con todas las piezas
desarrolladas, el rey enrocado y entonces a jugar. De lo contrario puede
ocurrir lo que pasó en la partida que aunque las tenía en el tablero las piezas
del flanco de rey era como si no estuviesen ya que con el f6 y la dama en e7
impedían el desarrollo natural de las mismas.
Le tocó
perder muchos tiempos buscando un plan para activarlas jugando g6, f5 después,
lo que le dio todo el tiempo al jugador de blancas para atacar al rey en el
centro consiguiendo una clara victoria.
2-0 para el
equipo de la Once.
- En la mesa 5 jugaba con negras Claudio.
Tras un
desarrollo de apertura natural quedaban todas las piezas encima del tablero. Aquí
Claudio dispuso muy bien sus alfiles para atacar el flanco de rey donde estaba
enrocado el jugador de la once.
El truquito
que se había dejado la semana anterior con el peón clavado de f2 lo puso en
práctica esta semana (por eso se dice que en ajedrez de lo que más se aprende
es de las derrotas). Esto le permitió ganar un primer peón y luego un segundo
peón.
Cuando se
tiene ventaja de material lo recomendado es ir cambiando piezas para llegar a
un final ganado y evitar contrajuego del contricante. Esto nuestro jugador lo
hizo muy bien, llegando a un final con peones en los dos flancos y una torre
cada uno y con la ventaja de tener dos peones de ventajas en uno de los
flancos.
Y aquí entra
en juego la frase de Lasker “la cosa más difícil en ajedrez es ganar una partida
ganada”. Los que estábamos fuera viendo la posición, pensábamos… “la tiene
ganada”, pero el ajedrez es muy caprichoso y los finales de torre muy
delicados.
La
impaciencia le pudo y en vez de trabajar las dos debilidades de los flancos que
es lo habitual en estos casos para que al contricante le sea imposible defender
las dos, propició cambios en el flanco, cediendo uno de los peones para que el
oponente se quedase sin peones.
Llegando a un
final de torre y peon contra torre. En general estos finales si el que tiene
peón de menos tiene el rey cerca del punto de coronación y lo juega bien son
tablas, pero en el caso de que el peón sea el de torre como era el caso, la
partida es muy fácil de ganar.
Y se acabaron
firmando las tablas, dejando escapar una “partida ganada”. Un buen aprendizaje
siempre.
2,5 a 0,5
para la Once.
- En la mesa 6 Toni con blancas
Toni hizo una
apertura correcta y desarrolló todas sus piezas consiguiendo pequeñas ventajas.
Por un lado
tenía un alfil activo que permitía controlar gran parte del tablero.
Pudo activar
su torre y dama por delante de sus peones atacando el enroque rival. Llegando a
una posición donde el enroque negro estaba en serios apuros.
Desde fuera
como en la partida anterior todos pensábamos “partida ganada”, pero otra vez la
frase de Lásker. En una posición ganadora donde el negro tenía el Caballo en f8
defendiendo el mate en h7 la combinación buena era eliminar ese defensor con
una jugada de alfil para que o bien eliminarlo directamente o que al rival le
tocase sacrificar material consiguiendo ventaja a priori ganadora.
Nuestro
jugador se fue apurando de tiempo pero no vio la jugada. Y como ocurría en lo
que comentaba al principio el factor psicológico cambió.
El negro vio
que igualaba y que tenía chances y el blanco bajó de moral y con los apuros de
tiempo, al final de “partida ganada” a perder el punto.
3,5 a 0,5
para la Once.
- En la mesa 3 con negras Javi.
Ante una
apertura de dama Javi planteó una defensa india con una buena estructura de
peones y una magnífica pareja de alfiles jugando al más puro estilo Fischer.
Por un lado
los alfiles defendían su flanco de rey donde estaba enrocado y por otro lado
atacaban el flanco de dama donde estaba la tensión.
La partida
parecía que iba a ser muy interesante pero un despiste del rival que se dejó
material hizo que se decantara a favor de nuestro equipo con facilidad.
Poniendo el
3,5 a 1,5 en el marcador.
- En la mesa 1 José Luís con negras.
Con un
balance de partidas y un nivel bastante flojo José Luís llegaba a esta partida pensando
que su mayor enemigo era él mismo. Por suerte el blanco planteó una apertura
que el negro se conocía bien lo que eso le permitió al menos para asentar la
confianza en no meter la pata prematuramente.
Las jugadas
se iban desarrollando como José Luís esperaba y estaba cómodo.
Parecía que
el blanco tenía más ventaja de espacio porque tenía casi todos sus peones,
sobre todo los del flanco de dama en la fila 4 o superior. Pero esta apertura
se juega así, permitiendo que el blanco avance sus peones, para después el
negro avanzando estratégicamente los suyos cree debilidades en los mismos y
buscando contrajuego en el flanco de rey.
Para evitar
este contrajuego el blanco colocó un caballo en h5 que al final quedó mal
ubicado y como el negro se había quedado con el alfil bueno tenía más velocidad
de maniobra. Esto le permitió ganar un peón y llegar a un final dama y alfil
más peones, contra dama y caballo y peones.
Aquí el
blanco opuso resistencia pero ante un buen final de José Luís logró el punto y
su primera victoria y un poquito de moral.
3,5 a 2,5
para la Once.
- En la mesa 2 Antonio con blancas que está haciendo una magnífica
temporada.
Antonio
planteó su típica apertura pero no consiguió quedarse a gusto y lo cierto es
que el rival tenía cierta ventaja, pero un par de malas decisiones permitió que
Antonio le diera la vuelta a la partida llegando a un final.
Con un cambio
de torre por dos piezas menores y unos fantásticos peones pasados al final
consiguió la victoria y poner en el marcador el 3,5 a 3,5 quedando la última
partida.
- En la mesa 4 Alberto con blancas y otra vez Lasker.
Alberto que
está haciendo también una magnífica temporada planteó una apertura de rey donde
el negro quedó muy encerrado y pasivo. Una posición que parecía claramente
ventajosa para el blanco y que nos daba por pensar que la tenía ganada.
Pero el
jugador de negras un artista en posiciones restringidas tipo francesas iba
colocando sus piezas creando un muro defensivo muy difícil de penetrar. Aquí
Alberto buscó abrir la columna h donde estaba enrocado el negro para ganar la
partida.
Y como
explico a los jugadores de la escuela, para que un ataque de flanco tenga éxito
o las mayores posibilidades de éxito el centro debe de estar bloqueado. Ante
una ruptura central la posición del blanco se quedó comprometida, y las piezas
que al principio no le jugaban al negro empezaron a activarse de manera rápida.
De una
partida ganada, se pasó a una posición muy delicada para el blanco que para no
perder rápido tocó entregar material llegando a un final con ventaja blanca. Como
había ocurrido en todas las partidas el efecto Lasker hizo mella y el factor
psicológico cambió.
El negro vino
de menos a más y el blanco fue apagándose hasta que finalmente consiguió la
victoria poniendo el definitivo 4,5 a 3,5 a favor de la once.
Una lástima de encuentro donde estuvimos muy cerca de conseguir
una importante victoria para los intereses de permanencia del club.
Y un ejemplo muy instructivo de que la cosa más difícil en
ajedrez es ganar una partida ganada como decía el gran Lasker.